Última actualización: 16.04.24

 

El rostro es para muchos la presentación de una persona, expresa su estado de ánimo y muchos otros aspectos sobre ella.

Por eso es que ponemos tanta atención a cuidarlo y mantenerlo limpio para dar una mejor impresión.

Si adquiriste una máquina de limpieza facial y tienes dudas sobre la manera en que podrías utilizarla adecuadamente, aquí te brindamos más información.

 

Carga la batería de tu dispositivo o coloca las pilas

Dependiendo de tu modelo, deberás proporcionarle la alimentación de energía que necesita.

Si se trata de un aparato recargable, asegúrate de haberlo cargado por primera vez de acuerdo a las especificaciones del fabricante, que generalmente indican que se debe cargar en su totalidad por algún cierto número de horas sin desconectar.

Limpia previamente

Aunque podría parecer un poco extraño, así es; especialmente si has colocado sobre tu rostro una cantidad considerable de maquillaje.

Lo mejor es que retires esta capa superior que se habrá mezclado con polvo y grasa probablemente, para conseguirlo utiliza algún producto suave.

Una vez que te has asegurado de retirar estos restos de maquillaje de tu rostro, procede a humedecer tu cutis.

 

Utiliza el limpiador de tu preferencia

Ahora llega el momento de colocar el producto que se encargará de disolver las impurezas que podrían haber permanecido en tu rostro, después del proceso de desmaquillado. Utiliza el limpiador facial de tu preferencia a menos que tu dispositivo indique otra cosa.

Entre las opciones, podría tratarse de un producto en gel, espuma o alguna barra de jabón.

Si se trata de espuma, aplícala en tu rostro de forma más o menos uniforme.

En el caso de que utilices un gel, puedes aplicar algunas gotas en lugares como la frente, mejillas y barbilla.

Ahora, humedece la máquina de limpieza, puedes hacerlo con un atomizador o bien, colocándolo directamente bajo el chorro de agua del grifo.

 

Enciende el aparato

Una vez que tienes húmedo el limpiador, procede a encender el aparato. También elige si es el caso el nivel de pulsaciones que te parezca más adecuado.

Si es la primera vez que lo utilizas, la recomendación es que comiences tu rutina de limpieza en una velocidad baja; conforme conozcas el dispositivo y lo utilices, mejor conocerás cuál es el nivel que le va mejor a tu tipo de piel.

Ahora, pásalo por secciones por la piel de tu rostro, si tu modelo cuenta con indicador de tiempo, te invitamos a que lo utilices.

De esta manera la limpieza se realizará de una manera más organizada y sin exceder el tiempo.

Evita utilizarlo por más tiempo del recomendado

La piel del rostro es por regla general delicada, por lo que someterla a un exceso de pulsos o una frotación considerable podría dañarla.

Si tu máquina de limpieza facial no indica un tiempo límite para utilizarlo en cada sesión, te recomendamos tener a mano un temporizador o un reloj, para no excederte.

 

Utiliza de vez en cuando vapor

Como ya sabemos, el vapor, por su temperatura puede dilatar la piel y abrir los poros para que se eliminan los restos de suciedad, que podrían haber quedado en ellos.

Por eso, te recomendamos que al menos de vez en cuando lo utilices previamente a tu limpieza con máquina.

Así puedes obtener mejores resultados.

 

 

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