Última actualización: 26.04.24

 

Todos en algún momento hemos sufrido alguna herida. Pero, como el proceso de cicatrización no es igual, algunas personas pueden llegar a padecer los efectos sintomáticos, estéticos y emocionales que trae el tener una cicatriz dura y abultada. No obstante, existen tratamientos tanto médicos como naturales enfocados en mejorar dichas cicatrices.

 

El organismo humano tiene la capacidad natural de restaurar el tejido dérmico ante una herida, indistintamente sea superficial o profunda. Sin embargo, dicha respuesta fisiológica puede verse afectada por diferentes factores. De ahí que varía su tiempo de cicatrización pese al uso de alguna crema cicatrizante.

En tal sentido, no son pocos los que se dan a la tarea de eliminar cicatrices de manera profesional, ya que dependiendo del sitio en el que hayan quedado, pueden afectar emocionalmente a las personas y disminuir su calidad de vida. En este contexto, conviene conocer que dependiendo del resultado estético, se establecen diferentes tipos de cicatrices. Entre las que se distinguen: las cicatrices atróficas o planas, las cicatrices hipertróficas, las cicatrices queloides, las cicatrices de quemaduras o normotróficas y las úlceras crónicas. Siendo estas 4 últimas las que mayor incomodidad causan por su patología.

 

¿Qué hacer con una molesta cicatriz?

Cicatrizar heridas de forma natural es algo que le concierne al cuerpo, pero a veces el proceso no ocurre como se espera. En cualquier caso, lo mejor es evitar que se origine una mala cicatrización y, por ende, un resultado menos estético, ya que eliminarlas, después de que han madurado, es aún más difícil. Para ello, el cuidado post aparición de la herida es importante, a fin de que no surjan complicaciones o infecciones.

En el caso de las heridas superficiales, con una buena higiene y la aplicación de algún producto antibacteriano sería suficiente. Pero, cuando se trata de una herida quirúrgica profunda los cuidados son más rigurosos.

En tal sentido, además de la asepsia, desinfección y demás consejos emitidos por el especialista médico, debe resguardarse la cicatriz del sol, así como evitar cualquier contacto físico o tensión que estimule la hipertrofia.

Por otra parte, se debe seguir una dieta baja en grasas y rica en alimentos con alto contenido de vitamina A, vitamina K y zinc, ya que este mineral favorece la síntesis de colágeno. Por ello, la industria farmacéutica se preocupa en formular la mejor crema para cicatrices a base de este componente.

Además, su cuidado puede apoyarse con el uso de parches de silicona, sérum, pomadas con acción cicatrizante y masajes. Los cuales pueden contribuir en la recuperación de la tonicidad del tejido.

Ahora bien, si después de todos los cuidados anteriormente mencionados se genera una cicatriz hipertrófica o queloide, incluso si ya se tiene una cicatriz vieja puede atenuarse a través de:

1. Remedios caseros

Aunque no reducen por completo la cicatriz pueden mejorar su apariencia. Lo importante es ser consecuente en su tratamiento, ya que sus beneficios se ven influenciados por el tipo de piel y la capacidad cicatrizante de cada individuo.

Entre los principales productos con efectos positivos en la cicatrización están: el aceite esencial de rosa mosqueta, el aceite esencial de lavanda, el aceite de oliva, el aceite de coco, el gel de aloe vera, las batatas, la centella asiática y la miel, entre muchos otros.

 

2. Tratamientos médicos específicos

Corticoterapia local. Es una técnica que resulta más eficaz en el tratamiento de queloides que en cicatrices hipertróficas, donde se observa reducción del tamaño de la cicatriz gracias a la infiltración de potentes antiinflamatorios.

Crioterapia. Su objetivo es modificar la producción de colágeno. Siendo un tratamiento ampliamente utilizado para atenuar las cicatrices hipertróficas torácicas.

Terapias con láser. Mediante el empleo de rayos de luz se retrasa temporalmente la síntesis de colágeno y por tanto la reproducción de los queloides. Sin embargo, su resultado no es definitivo, por lo que deben repetirse las sesiones.

Extirpación quirúrgica. Se trata de un procedimiento meticuloso para reducir la cicatriz. El cual debe complementarse con otros procedimientos para mejores resultados, además de ser realizados por personal experto. Esta es la mejor opción para eliminar cicatrices quirúrgicas o producidas por traumatismos severos.

Radioterapia. Esta opción terapéutica busca inhibir los procesos fibroblásticos y no vasculares y, por ende, la producción de colágeno.

Claro está que estos procedimientos sólo pueden estar indicados por profesionales médicos. Además, la cicatriz debe haber tenido tiempo suficiente para completar sus fases de cicatrización.

 

¿Cómo se origina una cicatriz problemática?

Poco nos preocupamos en saber cuánto tarda en cicatrizar una herida. Por lo general, después que se produce, la misma pasa por una serie de fases progresivas hasta completar su cicatrización, cuyo resultado debe ser una línea tenue e indolora (cicatriz atrófica).

Pero, cuando dicho proceso es alterado por factores sistémicos (organismo en general) o locales (inherentes a la herida) dan lugar a una cicatriz roja, ligeramente abultada, como es el caso del tejido hipertrófico. El cual resulta de la producción excesiva de colágeno en la zona y puede notarse una vez que la herida se cierra. En general, esta es la condición por la que muchos buscan en internet cómo quitar cicatrices.

Ahora bien, cuando al exceso de colágeno se une una producción anómala de los vasos sanguíneos, la cicatriz se descontrola y su consistencia se torna dura, que es lo que comúnmente se conoce como queloide, además de la notable sensibilidad de la zona.

El problema se agudiza cuando dichas lesiones comprometen la funcionalidad física del individuo como ocurre en las cicatrices normotróficas, al contraer el tejido afectado. Todo esto sucede como producto del complejo proceso celular al que reacciona naturalmente el organismo para reparar el daño.

Cicatrices problemáticas más comunes

Son pocas las cicatrices que no generan desagrado, pues su presencia tiene relación con momentos gratificantes. Tales como un nacimiento (cesárea, estrías) o los retos de superación personal (cáncer, traumatismos, quemaduras).  Pero, esto depende, en gran parte, de la fortaleza emocional de cada individuo, pues en la mayoría de casos pueden llegar a afectar su desenvolvimiento social; sobre todo si la cicatriz se encuentra en una zona visible.

Estadísticamente entre las cicatrices faciales y corporales que más buscan tratar los usuarios están:

  • La cicatriz de piercing en nariz, ceja, oreja y boca.
  • Queloide de tatuaje.
  • Cicatrices producto del acné.
  • Quirúrgicas como: la cicatriz del apendicitis, cirugía torácica, cesárea, cicatriz de labio leporino, entre otras.

Finalmente, queda mencionar que, como todo proceso fisiológico, la cicatrización, debe acompañarse de cuidados, indistintamente de la profundidad y naturaleza de la herida. Sobre todo, si se tiene conocimiento de antecedentes de curación queloide, ya que puede dejar una huella poco grata para toda la vida.

 

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