Última actualización: 26.02.24

 

La depilación es un proceso que hay que enfrentar sin prisas, en un entorno relajado y con la piel preparada. Más tarde o más temprano, es una necesidad que llama a la puerta de las mujeres y hombres, por lo que es importante saber de qué manera encararla. A continuación, te contamos cómo utilizar una depiladora para que tu piel luzca suave y perfecta por más tiempo.

 

 

Prepara la piel

Para que obtengas los resultados deseados, es indispensable que prepares tu piel de cara a la depilación. En este punto, recuerda que esta debe estar convenientemente hidratada y exfoliada. Es esencial que no pases la depiladora por aquellas áreas enrojecidas o escamadas. Hay modelos que incorporan cabezales exfoliantes, de manera que solo necesites hacer uso de ellos para preparar tu piel.

 

Examina la longitud del vello

Por lo general, el vello debiera tener al menos 3 mm de longitud para que la depiladora sea capaz de atraparlo. Sin embargo, cada vez los modelos son más exhaustivos y permiten capturar hasta los pelos más cortos. En cualquier caso, es posible que, de no ser lo suficientemente largos, no sean arrancados. Por este motivo, es preferible que esperes unos días más para que el resultado sea satisfactorio.

 

Coloca el cabezal apropiado a la zona a depilar

Las depiladoras más completas se acompañan de diferentes cabezales y accesorios adecuados para cada zona. Es muy importante que coloques el apropiado, de manera que consigas los resultados buscados. Utilizar el cabezal principal para depilar una zona sensible podría traducirse en un exceso de dolor que podría haberse evitado. Examina bien cada accesorio y selecciona el pertinente.

 

Conecta la depiladora

En función del sistema de alimentación, es posible que necesites enchufar la depiladora a la corriente eléctrica mediante un cable o, quizás, goce de autonomía gracias a su batería incorporada. Hay otros modelos que, debes recordar, funcionan con pilas.

 

Desliza la depiladora en el sentido contrario al crecimiento del vello

Con la depiladora conectada, puedes comenzar con el proceso de depilación. Desliza la depiladora por la piel en el sentido contrario al crecimiento del vello. Si quieres eliminar el vello indeseado de las piernas, por ejemplo, desliza la máquina desde abajo hacia arriba. Si la depiladora arranca los pelos de raíz, es normal que experimentes algo de dolor, especialmente durante las primeras sesiones.

 

 

Aplica un poco de frío o una pomada calmante

Cuando hayas terminado, es habitual que tu piel luzca enrojecida. Para calmarla, puedes echar mano de una crema de aloe vera o una loción similar. Esto es especialmente importante en el caso de las zonas sensibles para evitar irritaciones.

 

Limpia la depiladora

Para finalizar el proceso, no olvides limpiar la depiladora antes de guardarla. Para ello, usa un cepillito para frotar las pequeñas aberturas del cabezal. Hazlo hasta que desaparezca cualquier rastro de vello. Si la máquina es resistente al agua, puedes situarla debajo del grifo para que toda la suciedad sea arrastrada sin apenas esfuerzo.

 

 

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