Última actualización: 26.04.24

 

Cuando se trata de recuperar la juventud de nuestro rostro o mantenerla por más tiempo, generalmente pensamos en cosméticos. Pero también es posible conseguir ese mismo efecto entrenando debidamente esta zona del cuerpo, mediante la gimnasia facial.

 

Uno de los problemas a los que todos tenemos que enfrentarnos es el paso del tiempo. Algo frente a lo que no podemos luchar, al menos hasta que consigamos la fórmula de la eterna juventud. Pero sí es cierto que, aunque el reloj no perdona, sí tenemos herramientas para mantener a raya los efectos de la edad en nuestro rostro.

Esto nos lleva a pensar en los remedios habituales para luchar contra la edad, basados en una amplia oferta de productos cosméticos. Sin embargo, también resulta útil para este cometido practicar la gimnasia facial. Esta disciplina es ideal para obtener todo tipo de beneficios para la piel, apenas nos llevará unos minutos cada día e incluso puede ser divertida, especialmente si haces los ejercicios frente a un espejo. Si nunca has oído hablar de este tipo de gimnasia, te contamos todo lo que debes saber en nuestro artículo.

 

Qué es la gimnasia facial

La gimnasia facial, llamada también yoga facial, es una práctica mediante la que realizamos una serie de ejercicios con los músculos del rostro, de la misma manera que entrenamos nuestro cuerpo en un gimnasio o en casa. Estos ejercicios para la cara se encargan de activar la musculatura dormida, de generar un mayor efecto regenerativo o de aumentar la oxigenación.

El resultado de todas estas ventajas es que el la piel de tu rostro lucirá una mejor imagen, tendrá una menor retención de líquidos y se mantendrá en este estado por más tiempo. También es una buena solución para impedir la aparición de arrugas y otros síntomas de la edad en el rostro, así como para obtener un mejor aprovechamiento tanto de las rutinas de la limpieza como de las de nutrición y tonificación de la piel.

¿La gimnasia facial funciona? 

Esta es una de las preguntas que siempre surgen entre quienes realizan este tipo de ejercicios. Y tal como pasa con otras tablas de ejercicio, la respuesta es: depende. Sí es cierto que hacer cualquier ejercicio determinado en nuestro rostro va a ayudar a tonificar la piel, a mejorar la oxigenación e incluso a activar la regeneración muscular y celular, como ocurre con los culturistas y otros deportistas, así que en este aspecto no hay dudas.

Lo que sí debemos saber es que los ejercicios faciales no hacen milagros, de la misma forma en que tampoco los hacen otros tratamientos de estética. Por tanto, si tienes una tensión muscular en un grado de flacidez elevado, es probable que no notes efectos notables en el rostro. De igual modo, cada persona es un mundo, por lo que la eficacia de la gimnasia facial es variable y siempre requiere de constancia para obtener resultados.

 

Cómo hacer gimnasia facial en casa

Una de las ventajas de la gimnasia facial es que es una actividad muy fácil de realizar, bastando con dedicarle unos minutos al día para conseguir buenos resultados. Aunque hay muchos ejercicios para hacer, nosotros vamos a darte algunos de los más destacados, para completar una rutina integral. Todos estos ejercicios deben repetirse un par de veces y hacerse con cuidado, sintiendo como los músculos van activándose.

El primero sería el payaso, que se basa en abrir la boca de forma horizontal de forma exagerada, lo que tonifica los pómulos. También podemos hacer la sorprendida, abriendo mucho los ojos, pero siempre sin arrugar la frente. Para luchar contra las patas de gallo, deslizamos las yemas de los dedos de la mano desde el centro hacia las sienes.

Otro ejercicio interesante es la dormilona, que alisa las arrugas de la frente. Se realiza bajando cejas y párpados, mirando al suelo pero sin inclinar el cuello hacia delante. Si quieres tonificar las mejillas, abre la boca y coloca la lengua detrás de los dientes superiores como una serpiente. Para tratar la zona de los ojos, haremos la lechuza, colocando los dedos en las cejas y la parte superior de los pómulos, manteniendo los ojos bien abiertos.

Seguimos con más ejercicios. Si ponemos la boca en forma de óvalo y la abrimos lo máximo posible, haremos el pez. Conservar esta posición sirve para redensificar los labios. Si los abrimos mucho, sonriendo y mostrando los dientes, haremos el smile y realzaremos los pómulos. Y si pronunciamos smile exageradamente, subiendo los labios, también tonificaremos el cuello. Como ves, hay un ejercicio facial para cada zona de la cara.

Otros consejos para cuidar el rostro

Aunque nos hemos centrado en los ejercicios para la cara, hay otras cuestiones interesantes para cuidar nuestra piel, que se complementan perfectamente con la actividad física. Hablamos de soluciones como las cremas hidratantes, antiedad y los demás tratamientos cosméticos pensados para mejorar el aspecto del rostro. La buena noticia es que, al combinar ejercicio y cosméticos, intensificaremos su capacidad de penetrar en la piel y nutrirla mejor.

Algo parecido pasa con los procesos de limpieza de la piel. Tanto si usamos un limpiador clásico como si elegimos un cepillo facial veremos un efecto más intenso en nuestro rostro si lo unimos a estos ejercicios. Por un lado, notaremos que es más fácil hacer esa limpieza, ya que la mejora en la circulación de la piel que genera el ejercicio drena más líquidos y suciedad. Por el otro, los efectos de esa limpieza son más profundos, lo que se traduce en una piel más sana.

Como último elemento, es posible combinar el ejercicio para el rostro con un masajeador facial, complementando así los efectos de ambas terapias. La aplicación local de este masaje sobre el rostro es perfecta para tratar las zonas complejas y darles un tratamiento específico. Todo es cuestión de ver lo que necesitas y actuar en consecuencia.

 

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