Última actualización: 26.04.24

 

Q1: ¿Cómo utilizar unas compresas de tela?

Para utilizar unas compresas de tela lo primero que debes hacer es seleccionar un modelo que se adapte a tus necesidades de uso, es decir, verificar su nivel de absorción, método de ajuste y cierre.

Después, necesitarás revisar las instrucciones de uso dadas por el fabricante para conocer el tiempo de uso de las compresas y la correcta forma de lavarlas para evitar deteriorar el textil.

Seguidamente, sólo restará colocar sobre tu prenda íntima la compresa, doblar sus alas hacia abajo de forma envolvente y cerrar el broche dispuesto en dichas áreas.

Así, conseguirás un ajuste anatómico sin temor a que la compresa se deslice inesperadamente. 

Q2: ¿Cómo hacer compresas de tela?

Existen muchos portales web en los que se explica paso a paso la fabricación de las tan conocidas compresas de tela, por lo que, si deseas confeccionarlas desde la comodidad de tu casa, la mejor recomendación sería revisar algunos de estos sitios.

Además, de esta forma obtendrás los patrones necesarios para dicha tarea.

Finalizada la definición del modelo, sólo restará plasmar el patrón sobre la tela de algodón o poliéster, creando un diseño de capa sobre capa, que después deberás unir con ayuda de una máquina de coser.

También tendrás que colocar un pequeño broche o velcro en el área de las alas de la compresa para facilitar el ajuste sobre la prenda.

 

Q3: ¿Cómo lavar compresas de tela?

El lavado de las compresas de tela es sencillo, ya que sólo necesitarás aclarar el textil en un recipiente con agua y, seguidamente, introducir dicha pieza en la lavadora.

Para ello, necesitarás emplear un ciclo de trabajo suave con una temperatura no mayor de 60 °C.

Asimismo, es importante evitar los detergentes abrasivos con cualquier tipo de composición blanqueadora.

Después, coloca la compresa a secar al aire libre, preferiblemente bajo los rayos del sol, para eliminar cualquier bacteria restante.

Claro está, todo dependerá del tejido de cada modelo, por lo que se recomienda revisar las especificaciones del fabricante.

 

Q4: ¿Cada cuánto tiempo deben cambiarse las compresas de tela?

El tiempo de cambio de tu compresa de tela puede depender de la intensidad del periodo de cada mujer, así como también del nivel de absorción ofrecido por el producto a emplear.

En este sentido, existen compresas confeccionadas con para absorber flujos abundantes, que pueden ser cambiadas cada cuatro horas, mientras que otras con un formato más delgado y menor capacidad, suelen ser reemplazadas en un tiempo promedio de dos horas.

En todo caso, lo ideal es que selecciones un modelo que se adapte a tus necesidades para evitar el riesgo de derrames y, a la vez, disminuir el número de cambios diarios de la compresa.

 

Q5: ¿Cuántas capas lleva una compresa de tela?

El número de capas incorporadas a la confección de una compresa de tela dependerá de lo pautado por cada marca.

Así, podremos encontrar diseños con tres y hasta seis capas de materiales variados.

Por ejemplo, algunas compresas pueden incorporar dos capas intermedias de poliéster, dos superiores de algodón y una inferior con propiedades impermeables.

De igual manera, otros modelos más sencillos sólo emplean una capa media, una o dos superiores y una posterior.

Recuerda que, según sea la cantidad de capas, también será el grosor y la absorción de la compresa.

 

Q6: ¿Las compresas de tela pueden usarse en incontinencia?

Si. En el mercado existen un gran número de compresas, diseñadas para ser usadas durante el período menstrual, como salva slip y también por aquellas mujeres que padecen de incontinencia.

Sin embargo, no todos los modelos son indicados para cumplir eficientemente dicha tarea, por lo que deberás revisar que el producto posea un alto nivel de absorción e impermeabilidad.

De igual manera, que su formato se adapte correctamente a tu ropa íntima para evitar derrames. 

Q7: ¿Cuánto duran las compresas de tela?

Las compresas de tela han logrado un importante posicionamiento en el mercado de artículos femeninos debido a su fabricación y uso de tipo ecológico, por lo que, a diferencia de las compresas convencionales, no deben ser desechadas tras cada uso.

En este sentido, son un producto innovador, con una duración que puede variar entre dos y hasta cinco años.

Claro está, todo dependerá de la calidad de los tejidos empleados para su confección y de lo cuidadosos que seamos al lavar la compresa.

De hecho, con este tipo de productos ahorramos dinero mensual y, al mismo tiempo, disminuimos un significativo volumen de desechos, que terminarían contaminando el ambiente.

 

 

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