Las personas que se dedican al maquillaje profesional saben que el éxito de su carrera depende no solo de su talento como maquilladores, sino de la disciplina, constancia y seriedad que demuestran en su trabajo, por lo que es importante evitar algunos errores que suelen cometer y que podrían alejarlas de su meta.
En este artículo, hablaremos de 5 errores comunes que pueden hacer fracasar a cualquier maquillador profesional, si se descuida y no presta atención a las sugerencias de sus clientes. Es por ello, que el maquillador debe estar pendiente del tiempo y el espacio para trabajar de forma correcta, para que el maquillaje sea el más adecuado y brinde satisfacción a las personas que requieren sus servicios.
1. Higiene y apariencia personal
Entre estos errores que usualmente cometen los maquilladores profesionales podemos destacar el hecho de no cuidar su apariencia personal, por lo que deben tener un aspecto que genere confianza y que le aporte comodidad al cliente, así que te recomendamos estar aseado y con un look acorde con el rol que desempeñas.
Asimismo, sucede con las herramientas de trabajo, todos los implementos y accesorios que llevas en tu maletín de maquillaje deben estar limpios y organizados en su respectivo compartimento. Así que, ten en cuenta al finalizar cada trabajo de maquillaje, limpiar tus brochas adecuadamente y, en caso de tener un número limitado de pinceles y varios clientes el mismo día, es bueno contar con un spray de limpieza rápida para un trabajo más efectivo.
2. Respeta a tus clientes: Sé puntual
Por otro lado, debes tratar de ser puntual en tus citas, porque el tiempo de los clientes que vas a maquillar es muy importante para ellos y, de esto dependerá que te llamen nuevamente para otra ocasión o te recomienden con otras personas, pues la puntualidad representa el respeto que tienes hacia tu trabajo y clientes.
De hecho, es preferible esperar por tus clientes, a que sean ellos los que esperen por ti. Así que, te recomendamos llevar una agenda y programar las citas, asentando la fecha, el lugar y la hora donde debes acudir para trabajar, la duración estimada y las indicaciones de la locación por si te toca llegar por tu cuenta. De igual manera, puedes anotar los pedidos y requerimientos especiales, las posibles combinaciones de tonos y productos que utilizarás, así como las expectativas de tus clientes.
3. Escucha a tu cliente
Otro aspecto importante que recomendamos nunca dejar de lado es escuchar las necesidades de tu cliente. Recuerda que el maquillador profesional presta un servicio, por lo que es importante estar atento a las condiciones que establece el cliente, sus colores preferidos, el tipo de evento para el cual se está maquillando, pues la idea es que se sienta cómodo y seguro con su aspecto.
También es importante, que al momento de maquillar a tu cliente, descargues tu brocha o pincel del exceso de producto que pudiera contener la herramienta, para que no quede en la piel una cantidad indeseable del cosmético, que después te será difícil quitar. De esta manera, no se desperdicia el producto y el rostro no quedará con tonalidades exageradas, que no darán buenos resultados.
Otro error común que suelen cometer los maquilladores es no indicarle a la persona hacia dónde deben mirar cuando van a rizar las pestañas, o cuando van a aplicar el rimel, por lo que terminan hundiendo el objeto dentro del ojo de la cliente y es bastante desagradable. Así que, lo recomendable es indicarle a tu cliente que debe mirar hacia abajo cuando utilizas el rizador de pestañas y trabajar de lado para evitar que tire la cabeza hacia atrás.
4. Herramientas y utensilios necesarios para maquillaje
Otro error que suelen cometer los maquilladores profesionales y que pone en tela de juicio su carrera o profesionalismo, consiste en no contar con las herramientas necesarias para cumplir con su labor de maquillaje, por lo que si no sabes qué maletin de maquillaje comprar, debes considerar adquirir uno que sea espacioso, con diferentes compartimentos, en donde puedas guardar todas tus brochas, accesorios, pinceles, esponjas y otros elementos, que podrías utilizar para cubrir cualquier imprevisto.
En tal sentido, es necesario tener siempre un buen rizador de pestañas, algodón, q-tips, toallitas o pañuelos y otros accesorios para desmaquillar o para corregir algún desperfecto durante el maquillaje, También, debes estar pendiente del estado de tus herramientas de trabajo, así como de cambiarlas cuando ya su vida útil haya caducado.
Del mismo modo, es preciso que los productos cosméticos utilizados sean de buena calidad, totalmente hipoalergénicos y libres de sustancias tóxicas, ya que ellos le brindarán el acabado adecuado a tu trabajo, según las necesidades de cada piel en donde los aplicarás.
Descarta el maquillaje que ya esté caducado, porque podrías ocasionar serios daños a la piel de tus clientes si se lo aplicas. También, deberías adquirir cepillos de rímel desechables, ya que con ellos le evitarías a tus clientes posibles infecciones en los ojos, porque estos instrumentos son focos de bacterias.
Al finalizar la tarea, recuerda organizar todos tus implementos, porque ello también es un plus en tu espacio profesional, sobre todo si compartes el trabajo con otros maquilladores.
5. Mostrarse inseguro
Es importante saber dar una respuesta coherente en cada situación que se te presente con tu cliente, si te quedas callado y no sabes que decir, das una impresión de poca preparación o que eres un inexperto, por lo que es recomendable mostrar seguridad en todo momento, darle valor a tus servicios, anticiparse a los requerimientos, ser cordial en todo momento y establecer las condiciones previas respecto al servicio que estás prestando, para que no haya dudas entre el cliente y tú.
Ahora bien, si tú no eres un makeup profesional, pero te encanta maquillarte, debes saber que aprender a maquillarse con un buen acabado no es algo sencillo, pero existen muchos consejos que puedes seguir para aplicar de forma adecuada los productos cosméticos en el rostro, tales como, limpiar el cutis antes de la aplicación, usar las brochas limpias y aseadas, aplicar cosméticos de buena calidad, entre otros.