Última actualización: 19.04.24

 

El cabello es una de las partes más visibles de toda persona. Como el rostro o cualquier parte del cuerpo, requiere cuidados específicos. El champú es uno de esos productos indispensables ligados a la higiene personal. Para un mejor resultado, no basta con escogerlo con acierto, sino que también es vital saber cómo usarlo. A continuación, te contamos cómo utilizar un champú para lucir un cabello mucho más limpio y bonito.

 

Moja el cabello con abundante agua

El primer paso es mojar el cabello, utilizando para ello abundante agua. Enfoca el grifo o la ducha hacia el cuero cabelludo y asegúrate de que hasta el último rincón se humedece. Dependiendo de la densidad de pelo, necesitarás más o menos tiempo.

Aplica un poco de champú en la palma de la mano

Toma el bote de champú y vuélcalo para extraer un poco de producto, del tamaño de una nuez. Puedes aplicarlo en la palma de la mano o bien directamente sobre el cabello. Gracias a la fórmula de la mayoría de los champús, no necesitas usar mucho producto para conseguir el efecto buscado. De este modo, la vida útil de estos artículos es mayor de lo que puede parecer.

 

Extiende sobre el cabello mojado

Es el momento de extender el champú sobre el cabello. Para conseguir que salga espuma, puedes volver a verter un poco de agua sobre el pelo. Esto hará que la nuez de champú se transforme en una pasta cremosa que abarque todo el cabello. Masajea bien el cuero cabelludo, de manera que el champú penetre en los folículos capilares. Posteriormente, frota suavemente el resto del pelo, desde la raíz hasta las puntas. El objetivo es que la totalidad del pelo se quede impregnada de champú.

 

Aclara el cabello

Después de haber masajeado el cuero cabelludo por varios minutos, toca enjuagar el pelo. Hazlo con abundante agua y tómate el tiempo que necesites, hasta que compruebes que el pelo está libre por completo de champú.

Aplica mascarilla y deja actuar

Si tienes el pelo muy seco, es conveniente que añadas al proceso de lavado un poco de mascarilla. Después de aclarar el champú, aplícate un poco de mascarilla. Extiéndela de manera uniforme por el pelo, haciendo especial hincapié en las puntas, ya que tienden a resecarse más. No te preocupes si no hace espuma, pues la textura de la mascarilla es sensiblemente diferente a la del champú. Deja actuar unos minutos, en línea con las indicaciones del fabricante. Por lo general, de 2 a 3 minutos bastará.

 

Enjuaga el pelo con agua fría

Por último, llega el aclarado final. De nuevo, sitúa tu cabeza bajo el chorro de agua y aclara todo el cabello hasta que notes que está libre de la mascarilla. Lo más recomendable es que el último aclarado sea con agua fría o, al menos, no demasiado caliente, pues esta contribuye a aportar brillo al pelo. Además, el agua fría cierra la cutícula del cabello, manteniéndolo lejos de las amenazas externas, como el sol o la contaminación.

 

 

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